lunes, 14 de marzo de 2011


Globalización de la Imagen del Che

Ernesto Guevara fue un líder revolucionario, estuvo totalmente en contra del imperialismo, participe principal junto a Fidel Castro de la Revolución Cubana, autor de libros de gran importancia por sus estrategias no sólo en lo político, sino también en el orden económico y social. Su principal objetivo fue la liberación de los pueblos, era un hombre que veía la realidad y quería cambiarla, porque no le gustaba, un hombre de una valentía increíble y de convicciones firmes q seducía a cualquier persona en cualquier lugar del mundo, donde se escuchara algunos de sus discursos. Pero sobre todo el Che buscaba la creación del hombre nuevo, aquel que se desprenda del consumismo, que valore primordialmente la moral, que sea esencialmente humano y sincero a sí mismo. Son estos mismos pensamientos los que hoy han perdido vigencia y su imagen ha sido tomada como icono del consumismo y resulta irónico que su figura sirva para ayudar al sistema contra el que luchó toda su vida.
Esto lleva a que la figura del che se haya globalizado notablemente en este último siglo, y que este fenómeno no esta relacionado con sus principios, ni por causa de su lucha, sino por consecuencia de la imagen que llega a todo el mundo, la que es llevada por miles de jóvenes en sus remeras, sin conocer bien lo que representa y significa, ya que se trata solamente de una imagen, despojada de las palabras que la enarbolaban, sin el ejemplo que dejó, sin escuchar la voz que hace años se alzó y luchó, para hoy verse convertida en una triste y vana imagen. Para entender mejor esta globalización, resulta apropiado recordar lo que escribió Fernando García, cuando se cumplieron 40 años de su muerte: “…hay en la parodia del vodka puro y en el combatiente incorruptible un mensaje para que el consumidor corra los límites, transgreda. Aunque esto no significa más que aflojarse el nudo de la corbata y subir el volumen del mp3. De esta paradoja desciende ya la vez se nutren todos los malentendidos sobre los que se edifica este Che superstar. Ya no el vivo, el aventurero altruista y extremo idealizado por la intelligentsia europea, sino el póster, el de Korda, una y otra vez, ad infinitud, talismán de la cultura de masas: del rock y el pop al cómic, la moda, el cine, la publicidad y hasta el kitsch” Pero también la imagen del Che lo convirtió en santo, ya que en Bolivia, los campesinos le han hecho un santuario en el lavadero donde fue exhibido su cadáver y estos afirman que es santo porque les cualquier milagro que ellos le pidan. El biógrafo y estudioso de la leyenda del Che, Pierre Kalfon, también habla del Che santificado: “… hoy, cerca de la Higuera o de Vallegrande, hay todavía quienes van a encender velas delante de la foto del Che, porque dicen que el es “San Ernesto de la Higuera”. Esto resulta excelente para el comercio. Allí surgió todo el marketing: la imagen del Che hace vender” Con estos datos queda claramente expresado que la imagen del Che está sumergida de cabeza en el consumismo, impuesto como una moda en la sociedad, perdiendo así todo el valor revolucionario de aquel guerrillero que una vez soñó con acabar con el sistema capitalista y al que hoy este mismo sistema lo está haciendo parte de él, apoderándose de una imagen que no le pertenece, de un rostro puro y valiente que mancha con cifras de dinero. Y a los jóvenes que lo llevan en sus remeras o donde en cualquier lugar, aunque no sean comunistas, socialistas adhieran a ningún partido político les dejo unas palabras de este revolucionario que si bien dice lo que debe ser un joven comunista, para mi es lo que deben ser todos los jóvenes. “ Es decir: se plantea a todo joven comunista ser esencialmente humano, ser tan humano que se acerqué a lo mejor de lo humano, purificar lo mejor del hombre por medio del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo, desarrollar al máximo la sensibilidad hasta sentirse angustiado cuando se asesina a un hombre en cualquier rincón del mundo, y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad”


Noelia Leppez.